HISTORIA
Más de sesenta años formando parte del paisaje de la ciudad
5. Nuevos tiempos y más cambios
Debido a la popularidad que iba adquiriendo NAPARDI, se iban planteando posibilidades de celebraciones y así en Junta del 6 de Febrero de 1976 “Se acuerda conceder y sin que sirva de precedente los locales para hacer una comida como excepción a la Coral de Cámara de Pamplona, ante su petición, ya que el Presidente es socio de NAPARDI” y ya aprovechando la reciprocidad de agradecimientos con la Coral de Cámara, se decide solicitar su actuación para el aniversario de la Sociedad, y hacerlo en la Capilla del Museo de Navarra.
Siguiendo con la confraternización existente con la Coral de Cámara, el 30 de Marzo de 1976 se decide nombrar a su Director, a D. Luis Morondo, Socio de Honor de NAPARDI.
Meses después, ya en 1977, Julio Monasterio será desde Febrero nuevo Presidente.
Del cotejo de las Actas y las conversaciones con socios veteranos cabe deducir que las celebraciones habidas con motivo de las Bodas de Plata fueron escasas. Al menos se tuvo una comida extraordinaria a la que acudieron el alcalde Segundo Valimaña y el concejal Tomás Caballero, haciéndonos entrega de un cuadro con el escudo de la ciudad en madera policromada, haciendo resaltar el alcalde las virtudes de NAPARDI y sus gentes, para gran orgullo nuestro.
Un fruto del “cumpleaños” fue la creación de la Fundación Benéfica “NAPARDI”, surgida de la iniciativa de 20 socios fundadores, con motivo del XXV Aniversario de la Sociedad y se acuerda que su domicilio esté en nuestros locales, siempre y cuando la Fundación lo estime oportuno”. La Sociedad toma como propia la idea y se compromete a colaborar con ella.
Los días de este año conmemorativo de 1978 van sucediéndose y en Octubre se decide realizar una comida a solicitud de las Hermanitas de Los Pobres, como celebración del Centenario de su llegada a Pamplona.
Curiosamente y que al menos conste así, por primera vez, se hace una autocrítica por parte de la Junta sobre su propia gestión, “porque creen que las cosas no van como debieran, pensando entre otras cosas que puede ser por estar el Socio forzado a ser de la Junta, con lo que ello lleva de obligación pero poca ilusión, así que se propondrá en Junta General, que el cargo de Presidente sea electo y elegirá a su equipo”.
Siguiendo con lo aprobado para el nuevo modelo de la elección de Presidente de NAPARDI, y como si quisiéramos amoldarnos por adelantado al nuevo sistema político que se estaba instaurando, pues las primeras elecciones municipales tras la dictadura fueron en el mes de Abril, en la Junta General del 22 de marzo de 1979, sale elegido Juan Miguel Ilundain, quien forma su Junta en Abril.
Finalizando el año y por exigencias del nuevo marco legal se decide hacer un nuevo Reglamento, del cual se da lectura en Junta General Extraordinaria de 26 de Noviembre.
Cuando han pasado dos años desde la formación de la Junta Directiva y de acuerdo al nuevo sistema de elección se propone y aprueba el nombramiento de Víctor Manuel Sarobe Pueyo como Presidente. Era el 23 de Febrero de 1981 y al mismo tiempo se nombra cronista oficial de NAPARDI a Joaquín Otermin.
El tiempo va transcurriendo pero en esta época se ve que hay menos cosas que resaltar salvo que al llegar el 15 de Marzo de 1983, se elige nuevo Presidente recayendo dicho cargo en Manuel Zarranz Herrera. Se vuelve a suscitar posibles cambios en el Reglamento y planteándose si se puede dar entrada a los hijos de socios pagando o sin pagar.
Ya es en Asamblea Ordinaria del año siguiente, otro 26 de Marzo, cuando se propone nuevo nombramiento de Presidente. Tras varias intervenciones se aprueba la candidatura presentada por Jesús Mª Astrain Fabo. La nueva Junta se pone en marcha inmediatamente y ya en Abril considera que sería de interés crear un certamen de gastronomía y editar la propia Sociedad un libro al respecto, proyecto finalmente no realizado.
Así mismo se crea un nueva figura para que la Sociedad esté representada en acontecimientos socio-culturales. Se ve que han entrado en la Junta gentes con empuje y ganas de hacer cosas.
Durante el año 1985 se hacen varios actos entre los que cabría destacar algunos de ellos como ceder las instalaciones de NAPARDI para los participantes en la celebración de un Certamen Nacional de Salmónidos que se celebra en Sangüesa.
Se aprueba, por primera vez, que el día de la Octava de San Fermín, se permita la entrada en la Sociedad a las esposas de los socios.Y por último se acuerda nombrar Socio de Honor a Baldomero García Moreno, fundador de NAPARDI, “por su entrega, dedicación y vinculación”.
La Junta del 11 de Febrero de 1986, pasará a la historia de nuestra entidad y nos atrevemos a decir que también a los anales de Pamplona por instituirse el galardón denominado “Gallico de San Cernin”. Aunque en otro apartado de este mismo libro se da cumplida cuenta de este premio y de las diecisiete ediciones que hasta la fecha ha tenido, no resistimos reproducir también en este capítulo del libro el acuerdo de la Junta:
“El Sr. Presidente somete a la consideración de los presentes, la posibilidad de establecer un premio a otorgar cada año a una persona nacida o vinculada a Navarra que por su trabajo y dedicación haya destacado de manera sobresaliente en el campo de las artes, las ciencias, el deporte, la cultura o las humanidades, con exclusión de méritos o valores políticos y religiosos. El premio consistiría en la imposición de una insignia denominada “Gallico de San Cernin” y se otorgaría anualmente a una persona designada por la Junta Directiva.
Tras debatir el asunto y aprobar el mismo por unanimidad y en la creencia de que dará prestigio a NAPARDI, se aprueba este año conceder el nombramiento a Alfredo Landa Areta, de lo cual se dará conocimiento a los socios en la próxima Asamblea que se convoque”.
Este premio posteriormente se fue modificando para mejorarlo en todo su contenido tras varias acotaciones al mismo, se amplió a una insignia, a una medalla, un diploma con la mandarra de la Sociedad, que ello conlleva; ser Socio de Honor de NAPARDI, llamándose definitivamente “GALLICO DE ORO DE NAPARDI”.
NAPARDI se había convertido en la decana de las sociedades gastronómicas, pues éstas ya se estaban multiplicando en toda Navarra y especialmente en la capital. La instauración del “Gallico” reforzó esta veteranía y convirtió a nuestra entidad en una popular institución pamplonesa.
Como el local se estaba quedando algo pequeño para el número de socios y el aumento de actividades, se volvió a plantear la adquisición de uno nuevo, más grande, barajándose la posible adquisición de otro en la calle Ansoleaga, aunque en un principio, en la normativa sobre el Casco Viejo, no estaba previsto para este destino.
En Junta del 9 de abril y conforme al estilo creativo de este mandato se decidió estudiar la posibilidad de crear una Comisión de Cultura para cinco o seis años “con el fin de tener coherencia en el criterio a que va destinada la misma, con un máximo de cinco componentes”.
Será en la Asamblea General Ordinaria de abril cuando se apruebe la formación de la Comisión de Cultura. El Presidente había cumplido el tiempo reglamentado, pero al no haber otros candidatos se decide que siga Jesús Mª Astrain Fabo por dos años.
Desde finales de 1987 hasta mediados de 1989 la principal preocupación serán las obras que se llevaron a cabo en el local social. No sólo se trataba de mejorar en espacio y la decoración, sino el propio edificio, dado su deterioro. Este tema aparecía y reaparecía en las sucesivas reuniones y la diversidad de opiniones iba a más, sin llegarse nunca a una decisión.
Otra cuestión que de vez en cuando se suscita es la de colaborar los socios en las Juntas y de paso fijar la obligatoriedad de aceptar el cargo de Presidente si se es elegido. En la Junta General Ordinaria de 27 de abril de 1989 se presentaron dos candidaturas, aunque debatido el asunto se optó por renovar el mandato de Jesús María Astrain Fabo.
Al tomar el cargo el Presidente plantea que los socios mayores de sesenta y cinco años, puedan proponer a sus hijos como socios de número de NAPARDI, pasando ellos a la condición de Socio Honorario, con todos los derechos de uso de la Sociedad. Con ello se evitarán las medias cuotas de socios jubilados, que gradualmente van aumentando con el consiguiente perjuicio para la Sociedad. Además los Socios Honorarios verían disfrutar a sus hijos de la Sociedad que ellos habían creado y gozado durante años.
La moción se aprobó quedando en que los Socios que hubieran cumplido los sesenta y cinco años, con un mínimo de quince años de antigüedad como socios de número, pudieran pasar a ser Socios Honorarios, traspasando todos sus derechos a los hijos.
Mientras tanto la vida de la Sociedad sigue su curso, si bien se produce un sobresalto en sus costumbres, al nombrarse un nuevo “Gallico de Oro de NAPARDI”, no por el hecho de hacerlo sino por recaer nada menos que en una mujer, decisión que lógicamente rompía todos los esquemas identitarios como ahora se hubiera dicho.
A tenor de las actas y los testimonios recogidos se aceptó como un acierto entregar esta vez el premio a Francis Bartolozzi, artista muy querida en todo Pamplona y hasta el momento la única fémina que ha obtenido nuestro Gallico.
Siguiendo con la gestión de apertura de nuestra Sociedad a diversos eventos se concede la utilización de los locales para dos cenas, una al Ateneo Navarro y otra a Los Amigos del Camino de Santiago, solicitándose la colaboración de los socios para que contribuyan a labores de preparación, servicio y limpieza.
En la Asamblea General Ordinaria del 25 de Abril de 1991 se suscita la polémica sobre la utilización de la Sociedad por personas o asociaciones ajenas y el grado de incidencia que ello tiene en el uso de la misma para los socios.Tras un debate fluido se comprueba que en realidad durante el año 1990 han sido únicamente cinco días los que se ha utilizado NAPARDI para estos menesteres, considerándose además que tenemos la servidumbre, al ser la Sociedad decana de Pamplona, de cumplir con algunos aspectos protocolarios, por lo que se aprueba que se siga utilizando para estos fines, siempre según el criterio de la Junta.
Se propone un nuevo cambio de Junta, pero no habiendo socios voluntarios la Asamblea que considera beneficiosa la gestión de la actual, decide prorrogar la presidencia.
El año 1992 estuvo pleno de acontecimientos en España, como las Olimpiadas de Barcelona o la Exposición Universal de Sevilla, NAPARDI también tuvo sus eventos sonados. Así es como fuimos invitados por el Gobierno de Navarra a visitar la Feria Alimentaria de Barcelona, encargándonos de preparar el almuerzo ofrecido por el Departamento de Agricultura, hecho del que se hicieron eco los medios de comunicación.
Como devolución de visita el Comisario-Director de la Feria acompañado de varios miembros de su equipo, así como del Consejero de Agricultura del Gobierno de Navarra y varios funcionarios de su Departamento visitaron nuestra sede social, haciéndonos entrega de placas de agradecimiento y felicitación.
En el transcurso del mismo año, en Junta celebrada el 22 de septiembre se propone formar un coro de voces de la Sociedad.
Y ya como colofón, la Sociedad Gaztelubide de San Sebasitán ofrece la posibilidad de representar la Opera Bufa “Il Ladrone”, con el cuadro artístico de dicha sociedad por lo que se decide hacer las oportunas gestiones en el Ayuntamiento de Pamplona para la cesión del Teatro Gayarre. En enero se recibió la noticia de aprobarse la cesión.
Con este motivo, la Concejal de cultura de nuestro Ayuntamiento, Maribel Beriain, nos hace entrega de un escudo de Pamplona realizado en esmalte a fuego y que es el que actualmente preside nuestra Sociedad.
Tal como exigía el Reglamento toca renovar la Directiva, para lo cual se convoca una Asamblea General el 11 de mayo. Se presentan oficialmente dos candidaturas, hecho que denota la mayor participación de los socios en la vida de la entidad, la inquietud por hacer cosas y cierta controversia por la gestión de la actual Junta.
El debate resultó más caldeado de lo que se esperaba y en el turno de intervenciones se llegaron a pronunciar palabras altisonantes a las que no estábamos acostumbrados en este tipo de actos. La discusión fue a más, e incluso se llegó a sugerir interrumpir la reunión. El candidato oponente a la gestión de la Junta Directiva en ejercicio, optó por retirar su candidatura, al ver el cariz que tomaba la cosa.Tras aquél aluvión de dimes y diretes se decidió ir directamente a la votación, que ganó por abrumadora mayoría el presidente en ejercicio, con lo cual se mantuvo éste en el cargo para el nuevo mandato.
En este año y a la vista de la proyección que el “Gallico” iba tomando en todos los órdenes ciudadanos, tanto de interés social, como periodístico, gastronómico y oficial, por primera vez se solicita del Ayuntamiento el uso del Zacatín del Mercado, para así poder celebrar la comida en un local de gran capacidad, habida cuenta del creciente número de socios, invitados y ciudadanos que querían sumarse al acto.
La entrega del “Gallico” se efectuó en un acto previo en el local de NAPARDI de la calle Mayor.