Descripción del proyecto

Teresa Catalán Sánchez

Gallico de Oro 2018

Teresa Catalán Sánchez, de vocación y profesión músico, con muy sobrados méritos para ser nombrada Gallico 2018, es poseedora de un curriculum impresionante, del que hacemos un pequeño resumen:

Teresa Catalán nace en Pamplona, y cursa sus estudios de piano y composición en el Conservatorio Pablo Sarasate, con reconocidos profesores locales.

En su formación como compositora, ha seguido varios cursos académicos de perfeccionamiento, entre los que destacan los impartidos por dos figuras de la música española a los que considera sus maestros: Agustín González Acilu y Ramón Barce.

Teresa es Master en Estética y Creatividad por la Universidad de Valencia.

Doctora por la Universidad de Valencia en Filosofía del Arte.

Ha recibido premios de interpretación, de composición, y también a su trayectoria musical. Es Premio Nacional de Música en la especialidad de composición en 2017.

También está condecorada con la Encomienda al Mérito Civil.

Es miembro de JAKIUNDE, academia de las Ciencias, las Artes y las Letras del País Vasco, Navarra y Aquitania.

Miembro fundador del Grupo de Pamplona de Compositores (Iruñeako Taldea Musikagileak)

Miembro del Consejo Estatal de las Artes Escénicas y de la Música y del Consejo Artístico de la Música, órgano colegiado del Consejo Estatal.

En la actualidad también es miembro del Consejo de Cultura del Gobierno de Navarra.

Teresa ha dirigido la sección de música en numerosos Festivales, Cursos y Actividades, en distintos lugares de España.

Ha recibido encargos de numerosos intérpretes e instituciones, Ayuntamientos, Festivales internacionales, Radios, Fundaciones, Universidades, y Orquestas.

Sus obras han sido programadas en diversos festivales importantes en Alemania, Italia, Argentina, Rusia, Estados Unidos, Holanda, Rumania,  Cuba, y han sido grabadas.

Imparte con regularidad cursos y conferencias en Festivales, Instituciones, Universidades y Conservatorios por todo el mundo, y participa habitualmente en jurados de distintos premios y concursos en el ámbito de la composición y de la interpretación musical.

Es Directora de distintos trabajos doctorales, y desde 1990, por oposición, es Catedrática de Composición e Instrumentación del Ministerio de Educación y Ciencia, única mujer que lo ha conseguido en España por oposición, con destino actual en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid.

Teresa es una gran luchadora y es optimista en el trabajo de la igualdad de la mujer, también en el mundo de la música.

En un plano más “local”, recordamos un poco la vida de Teresa Catalán en Pamplona. Viviste con tu familia en el Museo de Navarra. Tu padre, Pepe Catalán, un gran pamplonés de peña, rondalla y jota, está siempre en tu memoria como referencia de su amor a su tierra, y muy especialmente a Pamplona. La situación estratégica de tu casa, te  situó  en el centro neurálgico de aquella Pamplona que tenía en el Museo, tanto el ambiente cultural, como el de la fiesta. En ambos has participado desde niña, muy especialmente de la mano de tu padre, que fue de los primeros socios del Mutiko Alaiak.

Tu niñez se desarrolló en juegos y “guerras” entre la “Banda del Carasucia” integrada por niños de la calle Descalzos y tu “Banda del Museo”, en la que participaban chavales de las calles Jarauta y Santoandía, siempre como única chica, algo premonitorio en tu vida posterior. Las refriegas infantiles por las murallas del Museo, entonces escenario salvaje y privilegiado para aquellos juegos, culminaban en la Casa de los Barquilleros, proveedor permanente de los disputados recortes.

Otros lugares de referencia fueron las Huertas del Hospital, la Casa de los Del Río en la  cuesta de Santo Domingo, lo que nos lleva a las fiestas de San Fermín.  Desde el Museo, viviste los ritos y los sonidos de cuerno y pezuña en medio del silencio del encierrillo, que desde la muralla del Museo se vivía con reverencia, la bajada de los mozos al encuentro de los toros en los encierros de Sto. Domingo, la cuesta de los carniceros, la heladería La Nalia, los paseos hasta la plaza de toros con las mulillas, tu participación en el txistu, los almuerzos que tu madre preparaba en la puerta de casa para los amigos forasteros que inundaban tu casa, la casa de Estafeta 33 donde vivía tu abuelo…  una vivencia intensa de la fiesta en la que siempre has participado como una entusiasta pamplonesa.

Visitabas con frecuencia la Sociedad Los Amigos del Arte en la Calle Mayor, la Peña El Mutiko, en la que te integraste siendo niña como miembro del Grupo de Danzas. Tu primer concierto público fue con 9 años, en lo que entonces se llamaba Mater Amabilis. Estudiaste en las Dominicas de Sto. Domingo, frente a tu casa, el Museo, y en el Conservatorio Pablo Sarasate de Pamplona que fue el centro en el que te formaste.

Vinculada siempre a las actividades de Pamplona, pronto pasaste  a formar parte de grupos musicales como el Orfeón Pamplonés primero, y la Coral Amaya después. Tu compromiso con Pamplona, te llevó a dirigir la sección de música de los Encuentros del 82, Jornadas de Nueva Música, y entre otras importantes aportaciones,  a fundar el Grupo de Compositores de Pamplona, con los que has desarrollado un intenso trabajo de difusión, creación y docencia, tanto en Pamplona como fuera de nuestra tierra.

Teresa, Navarra te debe mucho, y tienes méritos suficientes para sentirte orgullosa por el trabajo realizado y los logros que has conseguido.

Aunque tu intensa vida profesional ha hecho que te  muevas por Europa y que vivas en Madrid para desarrollar tu trabajo como Compositora y Catedrática de Composición, siempre tienes la casa de Pamplona como si fueras a volver por la tarde, y hay algo que te distingue incluso en el ámbito profesional: siempre pones en valor tu intimo orgullo de ser Pamplonesa.